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jueves, 23 de junio de 2016

¡Después de leer esto no volverás a bañarte en una piscina NUNCA!







¡Después de leer esto no volverás a bañarte en una piscina NUNCA!



Investigación publicada en la revista Environmental Science & Technology, de la Sociedad Americana de Química



Llega el verano y con él la época de ir a la playa y a la piscina de manera masiva. Como método preventivo te advertimos de los peligros que tiene ir a la piscina, ya que en el peor de los casos, puedes sufrir en ella problemas pulmonares, daños cerebrales y sufrir incluso a nivel del sistema nervioso central llegando a poner en peligro el correcto funcionamiento de tu corazón. Pero, ¿cómo es esto posible? Te lo explicamos.

Como todos sabemos, hay muchas personas que aprovechan para orinar en la piscina cuando tienen necesidades. Además, el hecho de que figuras públicas de la natación como Michael Phelps o Ryan Lochte reconozcan que lo han hecho alguna vez, normaliza aún más esta conducta, que lejos de ser sana, es bastante perjudicial para todos los bañistas que están en ese momento en la piscina.

¿Por qué es perjudicial? Pues porque según recoge una investigación publicada en la revista Environmental Science & Technology, de la Sociedad Americana de Química, la mezcla entre el ácido úrico, que producimos mediante nuestro sudor y también por la orina, y el cloro de las piscinas, genera sustancias que son nocivas para nuestra salud.

El cloro de las piscinas es necesario porque se utiliza para descontaminar el agua de los microorganismos que se generan en ella. De esta manera se evita que enfermemos cuando nos bañamos en ellas. Lo que ocurre es que, la combinación del cloro con sustancias propias del sudor y la orina produce una serie de compuestos perjudiciales. Eso sí, aunque el sudor tiene una composición similar a la de la orina, es esta segunda la principal responsable de estos compuestos venenosos al entrar en contacto con el cloro.

Los responsables de la investigación encontraron que de esta mezcla surgen sustancias como la Tricloramina, que se asocia frecuentemente a problemas pulmonares. También aparecía otra sustancia bastante alarmante: el Cloruro de cianógeno. Esta última ataca también al corazón y al sistema nervioso central.

Entonces, una vez sabido esto ya sabes que si vas a una piscina pública puedes entrar en contacto perfectamente con estas sustancias. Y es que aunque se lo estés diciendo a todo el mundo, no hay manera de saber si están orinando dentro de la piscina o si van al cuarto de baño. Si vas a una piscina cumple tu parte, dúchate antes de entrar en el agua, ve al baño cuando tengas que orinar, y reza porque los demás estén haciendo lo mismo.

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