Hay estados de animo que no matan pero como si lo hicieran.

Hay estados de animo que no matan pero como si lo hicieran.

¿Que si sonreía? El problema es que siempre lo hacía y cuando digo hacer, me refiero por fuera. Por dentro era el tipo de persona que en ese momento podía encontrarse al borde de un precipicio y que nadie lo notase. Esa persona que está a nada de caer o a poco por salvarse, en ese instante en el que tienes que decidir si quieres seguir luchando o si te das por perdido después de aguantar tanto.



A veces cuando te encuentras en esos instantes, tan echo mierda, te dices; ¿para qué? Y otras piensas "para qué nada, por quién debo seguir" y a veces se me olvida que debe de ser por mi, que debería aprender a andar por la vida sin esa máscara de "a mi no me pasa nada", "a mi no me afecta nada" o como si todo estuviera bien, porque sí, porque todos caemos, todos sufrimos, todos pasamos por momentos de los que a veces necesitamos huir y no podemos y es jodido, lo es pero a veces es lo que hay, te toca apechugar y aguantar como si nada cuando realmente sientes que te puede todo.

Y sí, hay veces que estás al borde de la caída y no es que te dé miedo caerte, ya sabes cuánto duele, el problema es no saber si ésta vez soportaras el golpe. Porque joder, hay golpes que no matan pero casi como si lo hicieran y aún así después de él tienes que hacer como si nada y todavía me pregunto qué es lo que duele más; si caerte y que duela o que nadie se de cuenta de que lo haces.




Así que sí, el tiempo pasa, todo pasa, las cosas pesan y aún así no  hay día en el que no sonría, otra cosa es que lo sienta y creo que hace mucho que ya ni siento lo que es sonreír porque realmente me siento feliz y no porque es lo que toca.