Vivimos en una sociedad donde el número de patologías asociadas con estrés y ansiedad no para de aumentar. Es cierto que nos disgusta sentirnos estresados y que las alteraciones fisiológicas que acompañan al estrés no son agradables, pero es importante recordar que según la perspectiva de la psicología, una dosis medida y equilibrada de esta estimulación es saludable porque nos recuerda que nuestro interior también necesita cuidados.
Aunque es habitual asociar el estrés con consecuencias perjudiciales para nuestra salud, este no deja de tener una parte positiva si sabemos cómo gestionarlo y emplearlo adecuadamente en nuestro beneficio, tanto físico como mental. La psicología positiva se convierte así en una de las mejores herramientas para superar dicho estadio: una disciplina de la psicología que viene a decirnos que la salud emocional se puede trabajar más allá de la presencia o la ausencia de enfermedad.
Hoy te contaremos las 3 ideas básicas que la psicología positiva nos proporciona para facilitar nuestras vidas y superar con éxito estados estresantes. Además, poniéndolas en práctica serás capaz de aprovechar esta situación para generar resultados positivos en tu día a día.
El estrés y la alegría, emociones paralelas
Según varias investigaciones científicas se ha logrado confirmar que los síntomas fisiológicos del estrés son muy similares a la mayoría de los síntomas de la alegría. Cuando nos sentimos estresados nos cuesta respirar, nuestro ritmo cardíaco aumenta y se dispara, similar en ambos casos a cuando nos encontramos alegres y felices.
Un consejo eficaz, sabiendo este importante dato, es el ver dicha situación de estrés como un reto positivo que, si lo superamos, nos permitirá avanzar en todos los sentidos. El ser capaces de controlar nuestros estados emocionales y conseguir lo que nos proponemos nos produce dicha y felicidad. Recuerda este regalo siempre que te sientas estresado o empieces a perder el control por los nervios.
Cómo sentirte seguro de ti mismo desde el primer minuto
La seguridad en nosotros mismos es una de nuestras auto-percepciones que necesita refuerzos con cierta asiduidad. En muchas ocasiones es desgastada y debilitada por el estrés y por un sesgo atencional común, el de fijarnos en las cosas negativas e ir acumulándolas en nuestra memoria, sin dejar espacio para guardar lo que hemos hecho bien.
Por otro lado y relacionado con la percepción de seguridad que tienen de nosotros los demás, se ha demostrado que las personas de nuestro entorno suelen ser un tanto torpes a la hora de hacer hipótesis sobre el nivel de seguridad que tenemos sobre aquello que hemos decidido emprender. De hecho, lo más común es que el amor haga de interferencia y la sobrestimen.
El lenguaje no verbal como pilar básico de las relaciones
Es algo que ya sabes y que aquí nos encanta recordarte, la gran importancia que tiene el lenguaje no verbal para hacer de nuestras relaciones personales algo sano y equilibrado. Son muchos los textos y materiales que tienes a tu disposición para trabajar tu lenguaje no verbal, pero hay consejos rápidos que puedes poner en práctica.
Por ejemplo, el contacto visual aumenta la probabilidad de que la química sea buena cuando conoces a alguien e incluso atenúa los efectos de las comunicaciones negativas. De alguna manera protege el canal de comunicación y es una señal para el otro de que somos receptivos e inmersos en la interacción con él. Si no te sale de forma natural, porque eres tímido, puedes practicarlo de forma consciente y deliberada con una persona que sea de tu confianza.
En las reuniones de trabajo o aquellas que te suponen un gran esfuerzo emocional es importante que te acuerdes de mantener la relajación. Para mantener la calma ante tus compañeros de charla imagina que las personas que tendrás en frente son viejos amigos. De esa forma te sentirás más libre, preocupándote mucho menos y, por lo tanto, podrás mostrarte más natural.
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