Carta para una madre soltera
Hoy me puse a contemplarte.
Lucías tan serena cumpliendo tus labores del día,
a pesar de cargar tanta angustia, tanta desdicha…
Lucías tan serena cumpliendo tus labores del día,
a pesar de cargar tanta angustia, tanta desdicha…
Hoy no sólo me puse a mirarte,
sino que intenté ser tú por un instante,
estar en tus zapatos, sentir tu dolor,
dolor por la injusticia que vivías
porque alguien no te dio el lugar que merecías,
porque alguien no apreció a la reina que eres
y todo lo que hacías.
sino que intenté ser tú por un instante,
estar en tus zapatos, sentir tu dolor,
dolor por la injusticia que vivías
porque alguien no te dio el lugar que merecías,
porque alguien no apreció a la reina que eres
y todo lo que hacías.
Cuántas veces quise poder consolarte madre,
no sabía cómo hacerlo.
no sabía cómo hacerlo.
Cuántas veces ocultaste tus lágrimas para no mostrarte ante mí abatida.
Preferiste mostrarme una sonrisa y levantarme cuando caía.
Preferiste mostrarme una sonrisa y levantarme cuando caía.
Dime madre, ¿cómo haces para soportar esta vida, para sacar la fuerza que inspira a ser tan valiente y sabia como tú? No eres la madre con más estudios, pero aun así eres la que más sabe de la vida.
Hoy no sólo me puse a contemplarte,
sino también me arrodillé a dar gracias
porque aún puedo verte tranquila
y con tanta vida.
sino también me arrodillé a dar gracias
porque aún puedo verte tranquila
y con tanta vida.
¡Te amo madre!
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